Llora el abeto en el salón
y no entiende nada.
Echa de menos el viento serrano
sufre el cosquilleo de la luz artificial
busca la nieve y el sol que no llegan
y odia tanto adorno antinatural.
La vaca y el borrico en un rincón
suspiran por su hogar invadido.
Un carpintero les mira agradecido
y su mujer da el pecho a un bebé.
Unos del circo disfrazados de Reyes
parece que adoren a los ocupas
pero no son Magos de verdad
pues le hubieran dado albergue a Dios.
Todo es muy artificial
en este alumbramiento
tan laico y post-moderno
que unos llaman Navidad
y es un cuento comercial.
¡¡¡¡¡BRAVO!!!!!!
ResponderEliminarFeliz Navidad, Tracy.
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