Donde hay vida el tiempo es de colores.
Cuando la tierra domina a todas las sangres
el transcurrir se oscurece en mil negros distintos.
Espesos instantes de la eternidad que germina.
Cuando el barro hace de escudo a las flechas
los días son velatorios llenos de dolor y luto.
Sólidos atardeceres dominicales sin compañía.
Donde no hay mujer el aire se ennegrece.
Cuando el vientre creador domina las envidias
el viento se ilumina con las risas de los niños.
Brillantes momentos del color de la inocencia.
Cuando regresan los hijos a la casa del amor
los ratos se suceden en la rueda de la noria.
Líquido tiempo que gotea de nuestras manos.
Sí, así es .
ResponderEliminarBesos.
Besos. Y gracias por el comentario. Buena señal.
EliminarNo sé si hablas de una madre
ResponderEliminarhoy mi lectura tal vez esté equivocada pero la verdad es que tu poema la recuerda
un beso Julio
Bienvenidas seáis tú y tus lecturas.
EliminarBesos.