Vidrio sin olor
En mis noches de
carnaval soñado
las abejas, de
pájaro vestidas,
liban el polen
nuevo, convertidas
en sombras fijas
sin futuro alado.
En los días de
sinvivir activo
mis deseos de
piedra desalmada
borran el beso
límpido y, ya nada
puede cambiar el
verso muerto a vivo.
En mis horas de
comezón constante,
en mis ratos de
sinrazón amante,
sopla el viento de
cien torres en ruinas.
Muerde el lápiz
de mil públicas minas
el cuaderno de mi
alma sin sabor
y mis poemas son,
vidrio sin olor.
Oye ¿estás pachuchillo? Te lo pregunto en serio.
ResponderEliminarGracias por el interés, pero no estoy mal de momento. Ya sé que es difícil distinguir entre la voz del poema y el autor. Puede ser que en los últimos poemas esa voz sea un poco melancólica.
EliminarUn abrazo.
Me parece un poema magnífico,aunque no esté de acuerdo con los dos versos finales.
ResponderEliminarEse cuaderno y tus poemas tienen sabores y aromas,no tienen nada de insulsos ni asépticos.
Besos.
Muchas gracias. El poema quería hacer patente la dificultad de sustraerse, incluso en sueños, de este tiempo tan agitado y que se entromete tanto y tan impertinentemente en nuestras vidas. Atento a la realidad cotidiana y a las mil minas de los medios de comunicación, no hay manera de escribir nada que me satisfaga.
EliminarMe ha alegrado mucho tu cascada de comentarios.
Besos.
Pues hoy otra cascada de comentarios!
ResponderEliminarY besos.