A LAS FUENTES
Y mañana cuando amanezca.
Habré de descender al rojo pozo
de la pasión, vencedora
de todos los negros miedos.
Deberé beber del verde manantial
de la esperanza, barredora
de la gris niebla de la duda.
Necesitaré sacar agua del claro pozo
de la caridad, limpiadora
de la sucia mancha de prejuicio.
Me bautizaré en la pila del celeste
licor de la ilusión, que todo
lo coloca al alcance de la mano.
Mañana cuando amanezca.
Me enamoraré, buscaré sentido
a lo que haga, disfrutaré
sin arrepentimientos
y echaré una mano en lo posible,
también en lo imposible.
Es extraño necesitar tan solo
estar vivo para ver amanecer de nuevo.
La vida, la fuente,
manantial y verso único,
desde allí se nutre el universo.
Preciosísimo poema.
ResponderEliminarPero... ¿por qué mañana?
¡Ya!¡Ahora mismo!
Pues tienes razón.
EliminarAh y muchas gracias por el cumplido.
Sí,se nutre desde allí.
ResponderEliminarY se pinta con todos esos colores...
Besos.
Besos.
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