Vuelo
y llamada son facetas del espíritu que a todos nos forma. Combinadas
en distintas proporciones según el individuo va pasando por el
tiempo de su vida. Para todas las personas hay un punto de inflexión
en su trayectoria vital y coincide con tomar conciencia de su fugacidad, de su
condición mortal.
El
dolor de conocer. / Temer morir con pavor, / sabor seco del vivir
Ya
nada será igual. Ningún bocado sabroso de los que la vida
proporciona, dejará de tener ese desagradable regusto a ceniza. Pero
el ser humano tiene armas de engaño suficientes y es diestro en
olvidos.
y
asir el conocimiento / ceniciento de la muerte, / que
parte su sentimiento.
EL
DOLOR DE CONOCER.
TEMER
MORIR CON PAVOR,
SABOR
SECO DEL VIVIR
Y
ASIR EL CONOCIMIENTO
CENICIENTO
DE LA MUERTE,
QUE PARTE SU SENTIMIENTO.
Gran poema,a mi entender.
ResponderEliminarEse "sabor seco del vivir" se atraganta,así es,demoledora y certera imagen.
Besos.
Un abrazo agradecido.
EliminarSomos expertos en engañarnos, para no ver la realidad que nos acecha.
ResponderEliminar¿Quién dijo, realidad?
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