EN NOVIEMBRE
Los muertos no saben nada.
Ni que están muertos siquiera.
Ignoran, hasta que descansan.
Los muertos no recuerdan,
no se mueven, no se cansan.
Los muertos no ven, no tocan,
no dicen su nombre, ni otros.
Los muertos ya no aman.
Ignoran cuánto anhelan vernos,
aquellos que tanto nos amaron.
Ellos, ya no son ellos. No son.
Son los muertos y son espíritus,
Nada físico hay ya en ellos
y han perdido la voluntad de ser.
No hace falta que me lo vendas tan bien, ya lo ansío con desesperanza sin que me lo adornes más aún xd
ResponderEliminarDe acuerdo. Nada de barroquismos a partir de ahora.
EliminarOjalá sea así. Lástima que no tengamos pruebas
ResponderEliminarUn abrazo
La duda es humana. La certeza es imposible.
EliminarMe ha gustado, a pesar del temita que tocas.
ResponderEliminarGracias.
EliminarEn Noviembre, los muertos no lo saben, pero el día 1 se celebra su cumpleaños, de todos a la vez y como bien dices, no está, no saben y ya no sienten, lo hacemos nosotros por ellos y no solo en Noviembre, siempre que los recordamos, porque mientras sea así, nunca se irán del todo. Precioso como siempre tu poema. Gracias, un abrazo!
ResponderEliminarA algunos les cae la suerte de dejar su espíritu en sus obras artísticas. Y más que recordarlos se les disfruta por generaciones.
EliminarEfectivamente, los muertos ya no son, o son nada, que es lo mismo. Ese no ser nos duele a nosotros, los vivos (por nuestros seres queridos perdidos y porque pensamos en nosotros mismos cuando estemos en esa tesitura), pero no nos dolerá cuando ya estemos entre ellos. Es lo bueno de no ser, que no se sufre. Precioso y profundo poema, Julio. Un placer haberte encontrado y leído. Saludos y feliz fin de semana.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tan clara lectura.
EliminarFeliz semana para ti también.