El alma tenías / tan clara y abierta, / que yo nunca pude / entrarme en tu alma
(...)Me quedé por siempre / sentado en las vagas / lindes de tu alma.
P. Salinas.
Ibas paseando al atardecer
con tu perro tan correcto.
El can, de un rápido lametazo
te ha chupado el alma entera.
Tú apenas lo has notado
pero todo el mundo ha visto
en el mirar del educado perro,
un deseo de rebelión y venganza
contra este mundo de locos,
que algunos llaman humano.
J. Alcalá.
Bonito can de la fotografía,
ResponderEliminarBesos.