Hay un lugar donde el poder conoce
la estación destino y sus caminos
y no los comparte con los ciudadanos.
Allí se informa para persuadir con miedo
para desprestigiar al rival
y no se valora a los conciudadanos.
Hay un país en transición al digital
olvido de los besos verdaderos
y a la muerte de la conversación.
Allí se legisla de mentira
leyes de medias verdades sin ciencia
y no se respeta la política representación.
¿Es tu país? Es mi país.
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