–sacaba
buenas notas
los
profesores me adoraban
y
en la escalera sonreían los vecinos
–mi
ego hinchado como un globo
subía
hasta explotar de presión
–a
mi primera entrevista de trabajo
me
presenté con la pegajosa bolsa
en
la que llevaba recogidos mis pedazos
–trabajando
no apreciaba mi labor
y
a ellos tampoco les gustaba
en
la bolsa añadía a mis restos
los
escombros del infinito tiempo basura
cambiado
por escasa manutención
–hoy
un Ángel me regala música y libros
abrazándome
con su aura
mientras
me lleva de la mano
a
interpretar para mí los más extraños cuadros
–yo
le pago con torpes poemas
y
bendigo siempre su presencia
con
himnos de agradecida admiración
–mañana
mis restos serán palabras
escritas
en íntimo silencio
por
personas llorando de gozo o ira
–los
poemas harán de guante
en
personales manos que trabajen arando
sus
imaginados campos con desesperación
Eres un hombre afortunado hasta o`por las musas. Te felicito y me felicito por leerte.
ResponderEliminar¡Qué bien! Todos felices y llenos de felicitación. Hasta la musa te lo agradece.
EliminarBesos.
Si son guantes de poesía bienvenidos sean.
ResponderEliminar: )