Nunca
desprecies un sueño.
Es mucho más que oro.
Pierdes entonces la
calma
y la rabia sale ardiendo.
Tanta energía se desboca,
es el
volcán, el volcán eruptivo,
lleno de sangre y falto de vida.
Nunca
malbarates la noche,
es todo lo que suma.
Ganas energías y grasas
y
las obras perecen mudas.
La creatividad pierde fuerza,
es el callar,
el callar esclavo,
sucio de orines y viudo del amor.
Buenos consejos nos das en esta entrada.
ResponderEliminarTú sí que sabes.
EliminarGracias.
Hay que hacer caso a este par de heptasílabos!
ResponderEliminarBesos.
Un beso, simpática.
EliminarGracias