Se cortaron mis hijos en el roto vidrio
cruzando al otro lado del espejo
donde eso que amaban se escondía
Ni me lo imaginaba
creía que buscaban la felicidad
no el desgarro.
Pensé que su felicidad
aparecería porque sí, sin buscarla
sin que apenas se esforzaran,
como el canto del canario
o las flores del campo
o el brillo del pez en el estanque
y ahora se han cortado
por amor, y lloran en secreto,
y mis manos están ya torpes
porque ya nada puedo hacer
ni tampoco les dije a ellos que no amaran
pues no pensé
que hiciera falta
y ahora el espejo hecho añicos
y las manos de mis hijos ensangrentadas
aferrándose todavía a la luna y los ecos
al vacío y las sombras,
igualito que yo.
YOUR CHILDREN CUT
THEIR HANDS...
Your children cut their hands on glass
by reaching through the mirror
where the beloved one was hiding.
You weren't expecting this:
you thought they wanted happiness,
not laceration.
You thought the happiness
would appear simply, without effort
or any kind of work,
like a bird call
or a pathside flower
or a school of silvery fish
but now they've cut themselves
on love, and cry in secret,
and your own hands go numb
because there's nothing you can do
because you didn't tell them not to
because you didn't think
you needed to
and now there's all this broken glass
and your children are red-handed
still clutching at moons and echoes
and emptiness and shadow,
the way you did.
MARGARET ATWOOD
Grande Atwood.
ResponderEliminarPero ufffff qué desasosiego de poema,eriza la piel pensarlo...
Besos.
Hacer llegar el desasosiego con un poema tiene su mérito. Ahora bien encerrarlo en un libro como Pessoa es milagroso.
EliminarYes!
EliminarYa sabes lo que se dice que un espejo roto trae mala suerte, este por fortuna ha traído una buena poesía.
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