Las palabras fueron dichas y los actos cometidos La violencia ejercitada de forma deliberada sobre el débil desprotegido El albedrío del depredador puede que nublado por un instinto poderoso decidió dejarlo estar y hacer Acompañaron a los actos cuentos sin lógica para el avisado pero creíbles para el ingenuo ya desde entonces víctima llena de culpa y dudas De continuo y para siempre Locura sin cura De esa semilla nace vida muerta planta con interior tóxico y venenosas espinas Solo el arte la podará con suerte
Cada día el hombre es más demencial. Y estoy con sus versos, Julius. Hay que tener fe en la palabra poética, para que la vida sea. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarFe en la palabra es fe de poeta.
EliminarUn abrazo.
Hay veces que la toxicidad es tanta que ni el arte puede sofocarla.
ResponderEliminarBesos
Hay otras que no.
EliminarBesos.
Qué bonito poema.
ResponderEliminarBesos.
Gracias.
EliminarBesos.