Vida de noche soñada
inalcanzable y anhelado límite
Lucha de día pactada
con un apasionado resurgir
Mundo donde el siervo mora
despreciable por monótono cántico
Farsa que el esclavo adora
hipócrita y sutil virtualidad
Sueño de día en un cielo
fortaleza de la conciencia trágica
Sol de mis cosas eterno
antes que perder la vida Morir
¡Ah, Mendelssoh, cuánto me gusta! diría que es el menos romántico de los compositores románticos.
ResponderEliminarMagnífico concierto en el frontispicio de tu poema de noches soñadas y días de cielo. Aplausos.
Salud
Por ponerle un pero al concierto me parece que el violín habla demasiado, vamos que no calla.
EliminarEl comentario tuyo, muy de agradecer.
Salud tengamos.