EL PESCADOR
Es un niño feliz si con papá desayuna.
El padre pasa la noche escribiendo
pues amar la poesía le avergüenza
y le dice al chaval que es pescador.
El niño le pregunta siempre por la faena
y el padre cuenta cada día un cuento distinto
según resultó su pesca en el mar del lenguaje.
Si el poema fue de iras y de celos
el chico escucha de encrespados mares
de amarillos pescados con afilados dientes
y ojos saltones en cara de enfado.
Cuando los versos van de los amores
el cuento trae mil rojos atunes capturados
por dos barcos que bien se compenetran
y que no se separarán jamás.
Si en el insomnio no logra una línea
la historia trata de noches en la calma chicha
cuando solo se pesca la morralla.
Tras las noches que crítico con el poder grita
el niño se divierte al oír a su héroe
bogando por los acantilados y rompientes
para solo pescar tristes sardinas.
Una mañana al fin, el padre rompe el engaño
y el niño le responde: «lo sabía papá
pero me gustan tus cuentos como un pescador,
donde tus peces son versos del mar del lenguaje
que nadan en el mundo de la imaginación.»
Buena captura la de este poema. Me gusta este pescador de versos
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegró mucho leerlo. Un abrazo y a pescar...
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