Oye viento
¿Existe en cada ser algo de todos los demás?
Claro que sí, mar, símbolos y abstracciones incluidos.
Un ente con cara nueva cada segundo,
caos en la apariencia y calma en la esencia.
Dime viento
¿Hay un ser con todo en máxima cantidad?
Bueno, mar, Borges lo llamó el Aleph.
Un todo para cada individuo distinto
un punto de vista para cada verdad
Por último viento
¿Tiene fases la verdad en su epifanía?
Y tanto, mar, doce son al menos:
dar el corazón a lo que se ama
respetar la común imperfección
enterrar miedos y complejos
sembrar el camino con acciones
sacar del ágape fuerza de la idea
visitar el templo del saber
aprehender el verbo hecho carne
cantar la fortuna de toda hora
aniquilar individuo y egoísmos
aceptar la íntima perversión
besar al ángel en su espiritualidad
y asistir al juicio final de la razón.
Dedicaré los próximos días a escuchar al mar y a mirar el viento, y viceversa.
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