domingo, 19 de noviembre de 2017

La culpa fue de los traductores.


Presentación en la Ramón Llull del libro Estructuras disipativas de Clara Janés 17/11/07

Uno ayudó a Holan 
a traducir a Góngora.
Otro permitió a Clara 
escuchar a Vladimir.

Los traductores hicieron 
que descubrieran su voz 
y que la amaran, 
y que se amasen
por encima de los siglos 
y las muertes.

Todo por los traductores 
celestinos entre lenguas.

4 comentarios:

  1. Un fortísimo aplauso a labor,tantas veces en la más absoluta sombra,de los traductores.
    Muy buena la imagen de celestinos entre los idiomas.

    Besos.

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    Respuestas
    1. La culpa en el buen sentido de la palabra, que no solo se ha de culpar a alguien de lo malo. Celebro que lo hayas entendido así tú también.

      Besos.

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    2. Sí,esta es una culpabilidad de esas bonitas.

      Confesaré que tuve una etapa de traductora.Pero profesionalmente sólo hice una traducción literaria,el resto...textos aburridos.

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  2. Un homenaje a los traductores muy merecido ya que nos permiten bucear en otras lenguas y disfrutarlas.

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