Porque la vida es camino, yo os hablo de un caminante como los demás. De un caminante que lo es por estar vivo. Puede ser hombre o mujer. Lo seguro es que es una persona. Tras superar un verdadero obstáculo que casi la deja paralizada y aceptar la carga de una enorme pérdida, ve con claridad la obligación de establecer en su mente, un lugar especial, su propio Paraíso. Entiende que su ser físico individual, no es sino una expresión particular de la Vida. Un grano de arena más, prisionero en un contenedor cerrado por las fechas de su nacimiento y muerte. Pero en esa mota de polvo hay algo más. Una conexión espiritual. Es una partícula mínima con potencia de interconexión con todos los demás espíritus, pasados, presentes y futuros. La metamorfosis para cambiar de ser poco –casi una nada–, a ser vibración espiritual –casi un ángel–, la realiza gracias al Arte en cualquiera de sus formas y lenguajes. Ahora ya dispone de ese lugar mental, de ese Paraíso recobrado, de su pequeña parcela en lo abierto.
Campaña electoral le llaman
cuando feria de los votos es.
Fiesta de la democracia dicen
cuando comedia griega no es.
Las encuestas en la radio
los votantes a la escucha
los locutores a su trabajo
y algún suicidio político.
Ruido y expectativas
emociones y recuentos
al final todos ganadores.
Mal teatro en la nueva polis.
