Así viaja el poeta este mes,
feliz, de vivir en los pronombres
y de ser rico en adverbios.
El poderoso y el político, no.
Nada se parece a sus sueños
azules de metáforas musicales
y jugosos de dulces adjetivos.
La codicia y la soberbia, menos.
Así canta el poeta a su amor,
con ritmo de olorosos sustantivos
en el templete de sus versos.
El torcido lujurioso, nunca.
Nada se parece a sus besos
rojos como símbolo del cielo
en el atardecer del verbo.
La boca del macho, jamás.
Nos están volviendo locos con la política.
ResponderEliminarPor la poesía, siempre. Un abrazo
Lo suscribo.
EliminarAbrazo fuerte.