domingo, 25 de febrero de 2018

LA POESÍA, MI REGALO

        1.- A menudo la memoria de esos grandes momentos eternos en los que hemos gozado de un estado de felicidad, del que no éramos plenamente conscientes, se ve modificada por el recuerdo de los instantes de prologando e intenso sufrimiento. Por algún tipo de mecanismo del cerebro a todos nos ocurre que los ratos de amor y dicha caen en el olvido. La poesía nos sirve de acicate para el recuerdo y la lucha, contra la mala memoria.
2.- En general somos precavidos. La vida nos va enseñando a desconfiar del futuro. Disponemos de mecanismos psicológicos que nos hacen anticipar las cosas venideras con su lado más desastroso. La buena poesía suscita siempre en sus versos una esperanza (mágica si se quiere) en que no todo lo que viene ha de ser malo per se.
3.- Salimos a la calle día tras día y nos enfrentamos a la cada vez más terrible indiferencia con la que nuestro mundo nos trata, convertidos en meros recursos uniformados de consumidores o de lumpen (harapos en alemán) sin relevancia. Una de las funciones sagradas del arte (y la poesía es arte del lenguaje de la palabra) es mostrarnos la dignidad de la persona en su dolor. El poeta siente su miseria y el lector se identifica con ella y en esa conmiseración se halla el consuelo.
4.- La aparente locura de los poetas no es tal. Tan solo se debe a que ellos osan decir lo que la mayoría callamos, tanto del mundo como del interior de nosotros mismos. En esos locos en apariencia versos, puede que leáis cosas, mejores o peores, de vosotros mismos que desconocíais. Resolver los misterios de los poemas ayuda siempre al lector a conocerse a sí mismo. Imaginar las experiencias que se intuyen tras las letras impulsa a limpiar nuestra mente de prejuicios.
5.- Y por último, el aspecto final que me gustaría resaltar es la sinceridad, a veces descarnada, con la que se expresa la sensibilidad del autor. Una joya sus poemas, que brilla entre el lodo de la superficial cotidianidad.

Por todo ello, hacer memoria de lo feliz, desarrollar la esperanza en el futuro, recuperar la conmiseración, conocerse más a fondo y disfrutar de sensibilidad poética, os invito a leer poemas. Seguro que os será de gran ayuda. Y que nadie diga que la poesía no sirve para nada. 

4 comentarios:

  1. no escribo poesía escribo prosa
    y cuento en rimas lo que mi vida fue
    salgo airosa ya que soy feliz conmigo
    te dejo un beso para este amanecer

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    Respuestas
    1. Estar en paz con uno mismo debe ser maravilloso.
      Aunque poco inspirador de poemas truculentos.

      Besos.

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  2. Me ha gustado mucho lo que dices de la poesía y sin ser autora de ella y por tanto no tener los conocimientos que tienes tú, opino igual que tú.
    Hay momentos en la vida que tienes necesidad de leer poesía porque actúa como un bálsamo que cura las heridas del alma.

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